No me fío de la rosa de papel, tantas veces que la hice yo con mis manos. Ni me fío de la otra rosa verdadera, hija del sol y sazón, la prometida del viento. De ti que nunca te hice, de ti que nunca te hicieron, de ti me fío,redondo seguro azar.
Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Y quedarán guardados uno a uno esos escritos que me dio generosamente el viento o la hoja para ser guardados aquí y no olvidarles. Para luego poder recordarlos como lo que fueron: un fragmento del día en que el tiempo cesó su marcha y en mi todo comenzó otra vez, como una verdad o un designio, como un satori, eso es lo que atesoro.
2 comentarios:
hermoso =)
Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.
- Daniel
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