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Un mundo nuevo está emergiendo y lo hace desde las cenizas del sinsentido, estrés y desencanto, un mundo traído a la manifestación por personas que viven desde la inspiración de su propio sentido y vocación, que anhelan aportar al mundo, que se movilizan entusiastamente por iniciativas positivas desde diversas áreas, como salud, economía, empresas, arte, arquitectura, educación, psicología, organizaciones solidarias, ciencias, energía, desarrollo sustentable, etc. Personas que tienen la certeza de que el mundo puede ser creado y recreado, generando sociedades y culturas más humanas donde encuentre cabida el desarrollo de la sensibilidad y armonía corporal, afectiva, relacional, intelectual y espiritual como una totalidad.
Personas de diversas edades, medios sociales, ideas religiosas o agnósticas, que se sienten impulsadas por un anhelo intangible de autorrealización integral, participación y entrega a un propósito de unidad planetaria, paz y florecimiento mundial, donde los humanos puedan vivir con propósitos mayores que la defensa del propio territorio.
Personas que intuyen que sólo si asumimos nuestra realidad de seres conscientes de existir en un "todo mayor" que nos contiene podremos ser agentes de luz para el planeta y no simples depredadores de recursos.
Personas que se la juegan por generar condiciones que nos permitan vivir en un mundo donde las crueles diferencias y distorsiones de nuestra cultura ya no encuentren lugar.
Personas que concretizan sus inspiraciones en actos, en organizaciones, que utilizan las ventajas de la tecnología para conectarse, para co-inspirar generando uniones creativas que potencien su contribución participando en intereses y propósitos comunes con otros.
Personas de mentalidad pluralista, abierta, no dogmática, integradora de la diversidad, dispuestas a cuestionarse y cambiar, que se abren a las nuevas visiones del conocimiento y a las prácticas que les puedan aportar armonía y serenidad a sus vidas.
Personas con una orientación integral que trabajan con pasión por lo que hacen, pues desde allí significan sus vidas, pero que dan cabida a los distintos aspectos de su ser, que escuchan las necesidades de equilibrio corporal, y al llamado de su alma por contactar con una dimensión interior de sentido, paz y creatividad. Personas que responden a su guía interior por un fuerte contacto con un centro intuitivo profundo que les muestra el camino, les da serenidad y los lleva a vivir en conexión con todos aquellos que en el mundo están despertando y respondiendo a las dinámicas de un nuevo tiempo.
)PatriciaMay(
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